Entre cajas, Lorena organiza su enésima mudanza. Pero esta es especial, su marido, Francisco J. Aceitero, con su perro, Goofy, un cocker gigante de 17 años, se han trasladado a Barcelona para ayudarle. Preparan la vuelta a Madrid para empezar a vivir juntos después de su boda el verano pasado.

Una foto que perdura

Esta amazonian aventurera decidió emprender su carrera profesional lejos de su Ávila natal al acabar un Posgrado sobre energías renovables. “Con la crisis no encontraba trabajo de lo que había estudiado y me animé con los idiomas; el inglés y el alemán”, cuenta Lorena. Fue entonces, en 2012, cuando le salió la oportunidad de ir a trabajar a un centro logístico de Amazon en Alemania como packer(empaquetadora): “No había hecho Erasmus y me apetecía vivir la experiencia de trabajar fuera y poner en práctica el alemán aprendido”. De esta primera aventura tiene un recuerdo que le persigue: “Después de 2.000 km en autobús, al llegar a Bad Herself nos sacaron la foto que aún hoy sigo teniendo en el carnet de Amazon”. Además, entre cajas también recuerda que no pudo ir a trabajar el primer día: “Había tanta nieve que el bus nunca llegó”. De su época alemana guarda el cariño de sus compañeros de piso y de trabajo: “Éramos un popurrí: un suizo, un colombiano, un uruguayo y yo”.

Una carrera ascendente

“Desde el primer mes que estuve en Amazon me di cuenta que podía crecer profesionalmente”, explica Lorena. Así que decidió prolongar hasta ocho meses su estancia en Alemania. Después, aceptó el reto de volver a España para iniciar la aventura de Amazon en su país: “Fui de los 40 que empezamos en el primer centro, el de San Fernando de Henares (Madrid)”. Iniciaba así su carrera ascendente dentro de Amazon: de packer en Alemania ahora, con solo treinta años recién cumplidos, tiene un puesto de mánager de operaciones planificando volúmenes de trabajo. “El esfuerzo de todos estos años ha merecido la pena. Además, desde 2016 estoy poniendo en práctica lo que estudié en la universidad, Ingeniería Técnica Industrial”.

De Madrid se fue un mes al centro logístico de Wrocław: “Allí estuve echando una mano y aprendiendo muchísimo”. A su vuelta, le esperaba un nuevo reto: unirse al equipo de Barcelona, para abrir el centro logístico más grande y con robots de Amazon en España: “La experiencia de Barcelona ha sido muy bonita por sus particularidades y por su dimensión”. Ahora cierra ciclo y vuelve a Madrid.

Lorena, la protagonista de la historia, aparece con su marido y su perro delante de la Sagrada Familia de Gaudí de Barcelona.

Cajas de recuerdos

Lorena y Francisco aprovechan la mudanza para revivir momentos especiales que han compartido. Como la pedida de mano en Roma o la primera Nochebuena en Alemania, lejos de la familia: “No encontrábamos ningún restaurante para ir a cenar hasta que un taxista nos ayudó”, cuenta Francisco que recuerda que decidió acompañar a su chica en sus primeras navidades lejos de la familia.

Por una cosa u otra, Lorena siempre ha acabado prolongando su estancia en los destinos: “En Alemania del mes inicial pasó a los ocho y en Barcelona ha estado cuatro meses más de los previstos inicialmente”, cuenta ante la mirada de complicidad de su marido al que conoció acabando la carrera, hace casi diez años: “Siempre le animo a conseguir todos sus retos profesionales, aunque las relaciones a distancia son complicadas”, afirma Francisco. Lorena en voz baja le recuerda los inicios en Alemania, cuando tuvo que familiarizarse con el Skype.

Ahora les apetece crear su hogar junto a su perro y disfrutar de la convivencia, aunque Lorena no descarta otra aventura profesional: “En Amazon siempre tenemos nuevos retos y esto me encanta”.

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